sábado, 26 de septiembre de 2020

PIES EN HK

 Ya llegué. Por fin aquí después de tantísimas semanas de preparativos e imprevistos de última hora que parecían detener una y otra vez este viaje que apenas comienzo.

Desde que me confirmaron que el puesto de maestra de español en Hong Kong era mío, creo que no he tenido tiempo de dedicarme a ninguna otra cosa más en condiciones. Para comenzar, ¿cómo me iba a imaginar que me iban a escoger a mí? Soy mucho de dejarme llevar por el destino y lo acepté como una gota más para el vaso de mi propia autoestima. Sí así ha querido que sea, así será. Por otro lado, menos mal que contaba, y cuento siempre, con la ayuda de mi señora madre que prácticamente ha sido ella la que me ha preparado las maletas (no sé qué haré cuando llegue el momento de regresar XD). Si no llega a ser por ella y su apoyo incondicional desde el primer minuto, seguramente no habría tenido tanto valor para montarme en el avión. Gracias mamá, gracias. Por supuesto, también agradecer a mi hermana, mi padre, familiares y amistades que han estado, están y estarán, pendiente de mí y de que nada me falte.

Apenas llevo 24h en esta ciudad y he podido comprobar que tiene de todo por todas partes, desde edificios antiguos a ultramodernos, hasta obras en calles o barrios con decorados para no parar de fotografiar (es lo que tiene haber tomado ya un bus para la primera noche de hotel y un taxi para el primer alojamiento). En cuanto a mi experiencia en el aeropuerto, es verdad que se pasa muy rápido y no te da tiempo a enterarte de lo que te dicen en un stand cuando tienes que pasar a otro. Está genial organizado y controlado, con razón nos llevan años de ventaja en todos los aspectos. La de millones de habitantes que hay y que los contagiados estén contados con los dedos de las manos... Soy consciente de que mis nervios hizo que todo pareciera más intenso y largo de lo que realmente fue, pero forman parte de mí y tenían que vivirlo conmigo 😅 El hotel que nos dieron para pasar la primera noche antes de saber los resultados estaba increíble; hubiera solicitado pasar ahí la cuarentena sino llega a ser porque no tenía ni nevera, pero respecto a lo demás, encantada, fue un lujo, todo hay que decirlo. Me llamaron por la mañana para decirme que había dado NEGATIVO en Covid-19 y rumbo a la habitación que será mi mini-hogar durante los próximos 14 días (ya menos jeje) antes de poder salir e ir trabajando presencialmente y conociendo poquito a poco Hong Kong. Cuando abrí la puerta me decepcioné porque ni por fotos parecía tan pequeño, pero ya me habían avisado de que aquí todo es de este tamaño puesto que lo normal es solo para dormir o cocinar de noche. En general no me puedo quejar porque ya tenía la compra hecha (me han dejado para un mes con el piquito que yo tengo) y todo muy limpito y preparado. Al menos no tiene suelo de moqueta, odio la moqueta.

Y nada más, me dispongo a organizarme para una rutina que empiezo con una montaña rusa de emociones y sentimientos a flor de piel. Muchas ganas y a la vez mucha nostalgia. 

Adjunto las fotos que pude hacer con el miedo de que se me gastase la batería del móvil 😁